El buen aprendizaje de la lectura y escritura depende del enmadurecimiento
fisiológico, emocional, neurológico, intelectual y social, es decir, del contexto en el que el niño esté inmerso.
Hay ciertos pre-requisitos que son necesarios para que los
niños adquieran la lectura y escritura, los cuales nombraremos y explicaremos a
continuación:
·
Disposición para el aprendizaje: esto sería el nivel necesario de preparación para iniciar un aprendizaje.
·
Percepción: el niño toma contacto con el mundo exterior, comprendiendo sus fenómenos por medio de
los órganos de los sentidos. Por tal motivo, es fundamental, que en el jardín de infantes todos estos
aspectos sean trabajados: el visual, el auditivo,
el táctil, el olfativo y el gustativo.
·
Esquema corporal: es el conocimiento que los niños deben de tener sobre su esquema corporal (partes del cuerpo, movimientos, posturas y actitudes). Cuando no poseen esta
habilidad tienen graves problemas para orientarse espacial y temporalmente. Por
ejemplo: escriben fuera de la línea o de la hoja.
·
Orientación espacial y temporal: la noción temporal le permite al niño organizar su propio tiempo y percibir
el tiempo vivido para poder dominar los conceptos de: hoy, mañana, días de la
semana, etc. La noción temporal ocurre cuando el niño establece una relación
entre su cuerpo y el medio. Ambas nociones son indispensables para no presentar
problemas en su aprendizaje.
·
Lateralidad: hace referencia
a la preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o
izquierdo del cuerpo, como los brazos, las piernas, por ejemplo. Esto es muy
importante para desarrollar diferentes actividades, incluyendo la lectura.
·
Coordinación viso motora: es la integración entre los movimientos del cuerpo (globales y específicos) y la visión. Aquellos niños que no
logren coordinar el movimiento de los ojos con el de las manos, tendrán
problemas en las actividades que tienen que ver con la coordinación viso
motora, ojo – mano.
·
Ritmo: se define como
la precepción que tiene el niño con respecto a los sonidos en el tiempo. La
falta de esta habilidad puede causar una lectura lenta, silábica, con
puntuación y entonación inadecuadas.
·
Análisis y síntesis visual y auditiva: es la capacidad de ver el todo y dividirlo en partes para después juntarlas
y volver al todo. En el proceso de escritura, es necesario que la lectura venga
antes, o sea, la palabra debe ser escuchada, visualizada y después recién
escrita.
·
Habilidades visuales: son la discriminación entre semejanzas y diferencias, formas y tamaños, la
percepción de figura – fondo y la memoria visual. El no manejo de las mismas
puede ocasionar lectura silábica, lenta, inversiones, omisiones y adiciones de
letras, sílabas o palabras.
·
Habilidades auditivas: Hace posible establecer la relación entre símbolo gráfico y el sonido
correspondiente. En el preescolar, las letras cuyos sonidos
son parecidos, deben ser estimuladas a través de la discriminación de los
sonidos.
·
Memoria Cinestésica: Es la capacidad
de retener los movimientos motores necesarios para la realización gráfica.
·
Lenguaje oral: Constituye un
pre-requisito básico para la alfabetización (lectura y escritura). Ésta solo
debe ser iniciada luego de que el niño es capaz de pronunciar correctamente
todos los sonidos de la lengua.
Todos estos
requisitos son fundamentales conjuntamente con el desarrollo físico – emocional
e intelectual para la adquisición de la lectura y escritura.
Pamela Ferreira. http://www.surcultural.info
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